«A mí un vecino me pagaba por verme cagar, también me pagó por beber mi orina, no pasó más nada, sólo que mientras orinaba en su boca me chupaba un poco la vagina, pero no hacíamos sexo, era solamente para ese fetiche, acepté porque tenía problemas económicos y eso me ayudó»
«A mí un vecino me pagaba por verme cagar, también me pagó por beber mi orina, no pasó más nada, sólo que mientras orinaba en su boca me chupaba un poco la vagina, pero no hacíamos sexo, era solamente para ese fetiche, acepté porque tenía problemas económicos y eso me ayudó»